Vigorexia: adicción al deporte

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8 julio, 2016

Vigorexia: adicción al deporte |

El deporte es fundamental en un estilo de vida saludable y por tanto un hábito que todos deberíamos incluir en nuestra rutina. El sedentarismo es la causa de infinidad de enfermedades de salud como la obesidad, problemas cardiovasculares, musculoesqueléticos etc, es por ello que los médicos realicen tantas campañas y fomenten en los pacientes la práctica de actividad física. En la actualidad parece que se ha conseguido combatir esta falta de deporte en la sociedad.

Indudablemente los beneficios de este hecho son muchos si la motivación de todas las personas fuera mejorar su estado de salud e incluso su aspecto físico, hasta cierto punto, pero Qué ocurre cuando esa actividad deportiva que en un principio era saludable se convierte en una conducta adictiva? Cuando la persona exalta e idealiza el valor de la actividad deportiva hasta el hecho de convertirse en presa del deporte, es cuando estamos ante un caso de vigorexia o adicción al deporte.

En la segunda mitad del S.XX, se ha pasado de la búsqueda de bienestar saludable como motivación principal de la actividad deportiva a la culturización narcisista del propio cuerpo y el hedonismo (evasión del displacer, piedra angular de la adicción).

La vigorexia tiene en común muchos criterios con otras adicciones, como es el efecto de la tolerancia (necesitar cada vez más tiempo dedicado al deporte para conseguir el mismo efecto subjetivo), supone un deterioro en otras áreas de su vida (por ejemplo: aislamiento, deterioro de las relaciones interpersonales, consumo de anabolizantes etc.) y lo más importante, el deporte pasa a ser de un hobbie (refuerzo positivo) a una necesidad del organismo para evitar el malestar que su ausencia produce (refuerzo negativo). Incluso, ciertas investigaciones han estudiado el componente de los mecanismos cerebrales implicados y afirman que el ejercicio intenso y de forma regular produce la liberación de ciertas sustancias en el organismo como son los opioides endógenos, estimulando los centros cerebrales del placer y llegando a producir dependencia.

Como conclusión debemos recordar que la práctica de actividad física cuando se realiza de forma moderada, supone un placer no una necesidad, no debe suponer un problema. La adicción surge cuando la persona focaliza su atención y energía de forma compulsiva en el deporte y este se convierte en una necesidad de suma importancia (efecto similar a las drogas).

Referencias:

Antolin, V., Jesús, J., Alonso, I. G., & Martín, A. (2009). Adicción al deporte: Moda postmoderna o problema sociosanitario?. Norte de Salud mental, 8(34).

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