26 diciembre, 2017
¿Qué es y qué no es la adicción? Mónica Domingo Martínez|
Revisamos el artículo que con este título publica Pedrero-Pérez (2015) del cual extraemos diversas conclusiones que muy posiblemente son y serán objeto de controversia.
El modelo de la adicción como enfermedad no pasa de ser una falacia y la evidencia empírica apoya la consideración de que la adicción es, en último término, una decisión personal que puede modificarse en cualquier momento.
Comprendemos que las adicciones no pueden limitarse al concepto bio-médico de enfermedad, sin embargo, creemos que no definirlas como enfermedad no supone que sean resultado de una decisión personal, pues la evidencia nos hace ver que en muchos adictos la decisión personal resulta muy difícilmente modificable ( y menos en cualquier momento).
A lo largo del artículo se desprestigia el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5) (American PsychiatricAssociation [APA], 2013) considerando que asume este concepto de enfermedad, cuando específicamente define la adicción como un trastorno cuya característica esencial es la asociación de síntomas cognitivos, comportamentales y fisiológicos que indican que la persona continúa consumiendo la sustancia a pesar de los problemas significativos relacionados con dicha sustancia.
Considera como falso que esta enfermedad tiene una sólida base genética, sin embargo, en la exposición admite una relación entre la predisposición genética a desarrollar ciertas manifestaciones comportamentales y, a su vez, reconoce que sí se ha experimentado un avance espectacular es en el conocimiento de los mecanismos epigenéticos que modifican la expresión de los genes en función de condiciones ambientales. Nos sorprende, por tanto, esa negación tan drástica.
Afirma que es falso que no se puede considerar la curación. No obstante todo el argumento para demostrar esa falsedad se basa en los porcentajes altísimos de personas que se recuperan de la adicción registrados en las referencias que señala, pero sin considerar en ningún momento si esas personas han podido volver a un consumo moderado.
Considera falso que la causa de esta enfermedad es la administración repetida de sustancias que provocan cambios (neuroadaptaciones) en la estructura y el funcionamiento cerebrales.
No obstante, en el desarrollo de esta consideración comenta que los cambios que se observan en adictos a sustancias son esencialmente los mismos que se observan en aquellas personas que presentan conductas adictivas sin sustancia, como el juego patológico, el juego online, la adicción a Internet o la adicción a comer. Es decir, que sí se producen cambios neurológicos, confirmando, además, la última tendencia a considerar las adicciones sin consumo de sustancias.
Es un artículo que resulta interesantísimo, pues aunque no se esté de acuerdo en todas sus conclusiones, anima a ampliar el conocimiento de un concepto tan variable como es el de las adicciones.
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