Plasticidad cerebral

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29 noviembre, 2017

Plasticidad cerebral |

Plasticidad en el amplio sentido de la palabra, significa la posesión de una estructura lo
suficientemente débil como para ceder el paso a una influencia, pero a la vez lo
suficientemente fuerte como para no ceder. (James, 1890).
Aunque, según Kolb y Whishaw(1998), la idea de que la experiencia puede modificar la
estructura del cerebro probablemente se remonta a la década de 1890, fue Hebbquien la
hizo una característica central de su teoría neuropsicológica (Hebb, 1947) e
investigaciones recientes han demostrado que estaba en lo cierto y que los cambios
plásticos en el cerebro se encuentran asociados al aprendizaje, a la memoria, a la
adquisición de habilidades; por lo que debemos considerar estos procesos dentro de la
epigenética; es decir, donde la biología y la experiencia trabajan juntas para mejorar la
adaptación (Gottesman y Hanson, 2005); pero también, lamentablemente, en el
establecimiento de adicciones (Ibídem).
Partiendo de estas hipótesis y con el continuo avance de la neurociencia, Merzenich, Tallal,
Peterson, Millar, y Jenkins (1999) concluyeron que las consecuencias de la plasticidad
implican que el aprendizaje, la adquisición de habilidades, las influencias interpersonales y
sociales y otras variables del contexto, pueden ejercer un efecto en la estructura física del
cerebro, modificándolo y estableciendo nuevas relaciones y circuitos neurales que a su vez
alteran su funcionamiento. Teniendo en cuenta que en las adicciones existen múltiples
factores subyacentes, genéticos y ambientales, este proceso cobra un papel especial dentro
del control epigenético, referido este al mecanismo mediante el cual se puede modificar la
acción de un determinado gen sin alterar el ADN de dicho gen.
Esto nos lleva, según Beltrán, Silva, García Camposa, y Díaz Cintra (2015), a que
posiblemente las acciones de algunas sustancias pueden producir alteraciones en la
plasticidad de sitios excitatorios post-sinápticos, áreas del cerebro que están implicadas en
las funciones del sistema límbico (la recompensa y el aprendizaje).
Aceptadas científicamente estas modificaciones, si volvemos a James (1890), éste nos
señala, mediante el concepto de plasticidad cerebral, una explicación del proceso de las
adicciones:
(…) Una vez cruzada una vía, es de esperar que la corriente nerviosa se apegue a la ley
que siguen la mayoría de las vías que conocemos, que la ahonde más y más para
hacerla más permeable que antes, y esto deberá repetirse con cada nuevo paso de la
corriente. (p. 89)
Concluimos, de este modo, que de la misma forma que la plasticidad cerebral contribuye a
la adaptación al medio, esta facultad del sistema nervioso es la que ocasiona en el cerebro
de un individuo con un trastorno adictivo

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