13 mayo, 2015
Metadona Mónica Domingo Martínez|
Introducción
Desde hace años la metadona se ha empleado para el tratamiento de la adicción a la heroína y otras drogas similares a la morfina. Cuando se emplea según las prescripciones médicas sus efectos son eficaces y su empleo seguro. Se usa principalmente para bloquear los efectos de los opiáceos y para contrarrestar los síntomas de la abstinencia. Otro empleo de esta sustancia es como medicamento analgésico para aliviar el dolor.
Su empleo
Como ya se ha dicho, en el ámbito médico la metadona se utiliza como un medicamento dirigido a aliviar el dolor severo, agudo y crónico, así como para la desintoxicación y terapia de mantenimiento de la adicción a narcóticos.
No se puede dejar de tener en cuenta que presenta diversos efectos secundarios que habrán de considerar antes de consumirla, y que la presencia de ciertas enfermedades médicas y de otros medicamentos pueden interaccionar e influir negativamente en sus efectos. Por esta razón, cada persona debe recibir un tratamiento individualizado con esta sustancia, el cual se concretar&aacut; tras hacer la evaluación y prescripción médica correspondiente.Debido a sus efectos positivos en la reducción del dolor es posible que la metadona también pueda generar una adicción en el paciente que la emplea, incluyendo por tanto dependencia física y psíquica, así como tolerancia a sus efectos y, en consecuencia, el consumo de mayores cantidades para lograr el alivio requerido. Dicha dependencia se producirá por un uso prolongado y repetido de la misma, y no por su empleo ocasional.Su sobredosis puede llegar a originar un coma y su interacción con otras sustancias puede dar lugar a efectos intensos y potencialmente peligrosos tales como dificultades respiratorias, cardiovasculares o bajadas de tensión. Los efectos de la metadona duran unas horas, pero la sustancia permanece en el cuerpo durante bastante más tiempo, por lo que no es extraño que se puedan producir sobredosis involuntarias, razón por la cual es fundamental que el paciente que la utiliza sea consciente y entienda claramente las características de ésta y cuál es su empleo más adecuado, siguiendo fielmente lo prescrito por el médico.Pese a esto que se acaba de mencionar, las investigaciones que se han realizado parecen mostrar la eficacia del empleo de este medicamento en el tratamiento de la adicción, siempre y cuando se sigan las pautas adecuadas, de modo que se pueda frenar el consumo sin crear una nueva dependencia a otra sustancia. Parece ser que «cada tratamiento con metadona salva dos vidas con respecto a cada fallecimiento anual» (Whelan y Remski, 2012. Extraído de J. Bobes y M.T. Bobes, 2012).Por estas razones, la metadona es el fármaco de primera línea empleado para el tratamiento de la adicción a opiáceos, y el más recomendado y más empleado.
Conclusión
A pesar de los efectos secundarios y el riesgo de adicción que puede tener la metadona, se ha visto que su empleo aporta aun mayores beneficios. Por esta razón se ha convertido en el medicamento más empleado en la adicción a opiáceos en todo el mundo. Aun así aun son necesarias más investigaciones que aporten información sobre su uso y sobre cómo prevenir los efectos secundarios, de modo que su empleo sea cada vez más seguro y aporte aun mejores resultados.
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