LABORODEPENDENCIA: CUANDO EL TRABAJO SE CONVIERTE EN ADICCIÓN.

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23 febrero, 2017

LABORODEPENDENCIA: CUANDO EL TRABAJO SE CONVIERTE EN ADICCIÓN. |

 

La actividad laboral es una fuente de ingresos, pero a la vez influye en el equilibrio emocional y en la salud mental. En los últimos años, el sacrificio del tiempo libre para seguir trabajando y ganar más dinero ha sido potenciado por la sociedad de consumo. Una de las consecuencias de esto ha sido el desarrollo de una nueva adicción o un nuevo trastorno psicológico, la adicción al trabajo caracterizada por la pérdida de control sobre la actividad laboral. Se trata de una adicción conductual o adicción sin sustancia, es decir, ciertos hábitos de conducta que parecen inofensivos se han llegado a convertir en adictivos por una pérdida de control, generando numerosas consecuencias negativas sobre la vida del adicto.

Esta adicción se caracteriza por una implicación excesiva y desadaptativa a la actividad laboral que genera una pérdida de control y acaba interfiriendo sobre la vida cotidiana del individuo. Lo que distingue a un adicto al trabajo es su actitud hacia la tarea, no las horas dedicadas. Todo ello acompañado de ideas de dinero, éxito y poder. Hay cuatro características que definen el trastorno: sobreimplicación hacia la actividad laboral, impulso a trabajar por presiones internas, no se disfruta de la tarea realizada y búsqueda de poder. Lo que está en juego es la autoestima y el reconocimiento social.

Algunos indicadores del inicio de esta adicción serían el aislamiento social, el agotamiento, irritabilidad, excesivo sentido del deber, pérdida de satisfacción ante actividades que antes resultaban placenteras.

Respecto a las principales señales de alarma serían: prisa constante y ocupación continua, necesidad de control, perfeccionismo, dificultades en las relaciones personales, “embriaguez” de trabajo, dificultad para relajarse y divertirse, pérdidas parciales de memoria, impaciencia e irritabilidad, déficit de autoestima e inatención a la salud. En resumen, se trata de adicción en la que hay un aumento del rendimiento laboral y un profundo sentido del cumplimiento del deber, con una vida sin actividades de ocio y tiempo libre.

Por otro lado, se han intentado establecer tipologías de adictos al trabajo, pero como la información disponible es escasa no son perfiles concluyentes. Algunos tipos serían el trabajador ambicioso (caracterizado por una lucha despiadada para conseguir sus objetivos), el trabajador competitivo (necesita mostrarse superior a los demás), trabajador culpabilizado (la sobrecarga de trabajo es un imperativo ético para él), trabajador inseguro (busca siempre la aprobación de sus superiores) y el trabajador aislado y solitario (sin vínculos sólidos).

Debido a que se trata de un trastorno relativamente reciente, son escasos los instrumentos de evaluación, algunos de ellos son el “WorkAddictionRisk Test” o el “WorkaholicAdjectiveChecklist”, con buenas propiedades psicométricas. Respecto al tratamiento apenas hay datos disponibles, lo que sí se sabe es que la abstinencia total de esta adicción es imposible, por lo que el objetivo prioritario es fomentar el consumo o trabajo controlado. Para ello, sería bueno entrenar en autocontrol al paciente e implicarle en actividades alternativas gratificantes, enseñarle estrategias de afrontamiento adecuadas, planificación adecuada del tiempo, remodelar el estilo de vida, entrenar en solución de problemas, habilidades de comunicación y la reestructuración cognitiva. En una fase posterior, cuando el paciente se encuentra más tranquilo, se pueden llevar a cabo técnicas de exposición gradual al trabajo. Asimismo, es bueno trabajar la prevención de futuras recaídas.

No existen una gran cantidad de estudios acerca de esta patología y los que hay son parciales y con poco apoyo empírico. Si se sabe que es una adicción que afecta en torno al 5% de la población, a personas de mediana edad de clase acomodada y con una actividad creativa. Se trata de un trastorno emergente en la sociedad de consumo que cada vez afecta a una mayor parte de la población, por lo que seguir investigando en este tema es primordial, así como desarrollando instrumentos de evaluación adecuados y tratamientos eficaces para este tipo de pacientes.

Fernández-Montalvo, J. y Echeburúa, E. (1998). Laborodependencia: cuando el trabajo se convierte en adicción. Revista de Psicopatología y Psicología Clínica, 3 (2), 103-120.

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