29 septiembre, 2015
La terapia grupal Mónica Domingo Martínez|
Dentro de la práctica psicológica existen gran variedad de técnicas y procedimientos que son utilizados como forma de abordar determinados trastornos y hacer promoción de la salud.
Cuando hablamos más concretamente del tratamiento de las adicciones, un procedimiento que adquiere especial relevancia es la terapia grupal.
Este tipo de terapia cuenta con unas características propias, tanto por cómo se lleva a cabo como por los resultados que se pueden obtener gracias a su uso. Existen varios elementos que hacen de la terapia grupal, una técnica muy valorada y con efectos muy positivos en personas que están llevando a cabo un tratamiento para la adicción.
En primer lugar, el formato grupal ofrece la posibilidad de que las personas con adicción tomen conciencia de que existe más gente en una situación similar a la suya. La percepción de soledad e incomprensión pueden ser factores que determinen la motivación necesaria para seguir un plan de tratamiento que permita cesar el consumo. El grupo puede proporcionar esa percepción de entendimiento respecto al problema que favorezca la adherencia al tratamiento.
Por otra parte, el grupo es percibido como un lugar seguro en el que pueden expresarse emociones, sentimientos y pensamientos en un clima de confianza. Este clima de comprensión favorece que desaparezca el miedo a ser juzgado, ofreciendo a la persona con adicción un entorno donde resolver o analizar las dificultades que pueden ir surgiendo a lo largo del proceso terapéutico.
Otra de las características de éste formato de tratamiento es que, al exponer todos los participantes sus experiencias y reflexiones a los demás, estos pueden sentirse identificados tanto por situaciones similares que les hayan ocurrido como por previsiones de situaciones futuras. Así, la expresión de una reflexión por parte de un miembro del grupo y su análisis, actúa potenciando la toma de conciencia y el trabajo personal del resto de los miembros del grupo. Una de las situaciones características que pueden darse en la terapia grupal, es que al contar uno de los miembros una experiencia, surjan relatos similares o que guarden alguna relación por parte de otros miembros del grupo. Como consecuencia, la expresión de una persona del grupo actúa como estimulante para que el resto reflexionen sobre sus propias experiencias.
Relacionado con lo que se acaba de exponer, el grupo favorece la toma de conciencia de determinadas situaciones que puedan suponer cierto riesgo para la continuidad de la abstinencia. De esta manera, se pueden trabajar estas situaciones antes de que ocurran, ofreciendo al paciente herramientas de las que pueda hacer uso en el caso de necesitarlas.
Como consecuencia de estas particularidades, la terapia de grupo ofrece la posibilidad de que las personas con adicción cuenten con un espacio en el que expresarse sin censura, sabiendo que no van a ser juzgados y favoreciendo el autoconocimiento y desarrollo tanto propio como del resto de los componentes del grupo del centro de tratamiento.
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