LA DEPENDENCIA AFECTIVA

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11 mayo, 2018

LA DEPENDENCIA AFECTIVA |

 

La dependencia afectiva se usa habitualmente en contextos sociales, por lo que
no existe gran investigación al respecto, además, resulta complicado puesto que no está
socialmente mal visto. Según Echeburúa y Del Corral (1999), la dependencia emocional
es un trastorno de la personalidad que se caracteriza por un patrón crónico y estable a lo
largo de la vida con síntomas variados como depresión reactiva, trastornos obsesivos o
síndromes desadaptativos; y según Cubas, Espinoza, Galli y Terrones (2004) se trata de
un trastorno adictivo, en el que el objeto que provoca la adicción es la relación de
pareja.
Uno de los componentes de la dependencia afectiva es el amor, aunque en este
caso, llevado a un extremo negativo. Lo han denominado amor nocivo, amor posesivo,
amor-pasión (egoísta), que hacen referencia a las sensaciones incontrolables que sufren
aquellas personas dependientes emocionales que les llevaban a perseguir al otro como
un “objeto a devorar”.
En cuanto a la controversia que existe sobre si se engloba en las adicciones o no,
un argumento a favor es el gran número de criterios diagnósticos que comparte con la
dependencia del alcohol, como dificultad de control, tolerancia, abstinencia, gasto
excesivo de tiempo, reducción de actividades sociales, laborales o recreativas y un
contacto constante con la pareja a pesar de ser consciente de las consecuencias que
conlleva (Becoña, 1996).
Otra similitud se da con una sensación de amor intensa que produce euforia, y
genera los mismos efectos que un consumo de anfetaminas, además la búsqueda de la
pareja se asemeja al “craving” que vive un adicto.
Según sus características, podríamos incluir la dependencia afectiva dentro de
las adicciones conductuales.
BIBLIOGRAFÍA
Martínez, S. A. I., & Gómez-Acosta, A. (2013). Dependencia afectiva: abordaje desde
una perspectiva contextual. Psychologia: avances de la disciplina, 7(1), 81.

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