La codependencia familiar y el adicto

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13 junio, 2016

La codependencia familiar y el adicto |

La codependencia se ha definido como un patrón de comportamiento que se caracteriza esencialmente por el mantenimiento de una relación de dependencia afectiva con una persona que, a su vez, es controlada por un objeto de dependencia (adicto) (Pérez y Delgado, 2003).

Algunas conductas propias de una relación de codependencia serían: encubrir o reducir las consecuencias negativas de la conducta adictiva del enfermo, justificarlo, sobreprotegerle en exceso, que el codependiente se haga cargo de la responsabilidad del cambio, invisibilizar las necesidades propias para ocuparse exclusivamente en el adicto/a.

Con el objetivo de operativizar el término, estos autores realizaron un examen psicométrico de este conjunto de ítems (comportamientos codependientes) clasificándolos en tres categorías básicas de definición del fenómeno.

La primera de ellas sería la focalización en el otro. Digamos que lo que ocurría en el codependiente es el exceso de implicación con el otro olvidándose de sí mismo y produciendo efectos negativos tanto en su propia salud física-mental como dificultando, de modo inconsciente, el proceso de recuperación del adicto/a. La segunda sería el No Afrontamiento. El codependiente en su deseo de sobreprotección del enfermo, tiende a hacerse cargo de las responsabilidades del mismo, un ejemplo claro sería el pagar las deudas del consumo del adicto. Esto produce en el adicto beneficios a priori de la codependencia sin embargo no motivara el cambio ni la recuperación del mismo.

Por último la Necesidad auto-negligente de ayudar o sobrecontrol. El codependiente muestra una actitud de hipervigilancia y control excesivo hacia el adicto/a. Aunque es cierto que en determinadas fases de la rehabilitación el papel de los familiares es fundamental, especialmente en la fase de control de estímulos y manejo de contingencias (contracto conductual). Por ejemplo, llevar las cuentas del adicto/a, reducción de la cantidad de dinero disponible, evitar dejarle solo en casa. Estas son conductas de supervisión que se necesitan en un momento puntual de la terapia para evitar la conducta adictiva, pero esto no se puede extrapolar a todas las situaciones y fases de la recuperación, siendo por otro lado, lo que ocurre en los sistemas familiares donde se da la codependencia.

Por último, como conclusión, no debemos culpabilizar nunca al familiar codependiente, porque a pesar de su respuesta desadaptativa ante el problema de adicción de su familiar, su intención es benevolente.

Ante esto, como psicólogos, debemos proponer alternativas de cuidado más flexibles, ajustadas y positivas dónde se tome como objetivos principales el bienestar del codependiente, la recuperación del adicto y la mejora en la relación afectiva entre ambos.

Referencias:

Pérez Gómez, A. y Delgado Delgado, D. (2003). La codependencia en familias de consumidores y no consumidores de drogas: estado del arte y construcción de un instrumento. Psicothema, 15, 381-387.

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