La adicción al sexo como obsesión

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9 enero, 2017

La adicción al sexo como obsesión |

Las conductas sexuales compulsivas (CSB), también conocidas como trastorno hipersexual, o adicción sexual, se caracterizan por el uso inapropiado o excesivo de fantasías sexuales o comportamiento que llevan a la angustia subjetiva o deterioro de su funcionamiento diario. Entre los comportamientos más expresados por personas con este tipo de trastornos se encuentran, la masturbación compulsiva en un 38-83%, las conductas cibersexuales en un 34-72%, la práctica de sexo anónimo con extraños en un 21-92%, el tener múltiples parejas sexuales en un 12-40% y tener relaciones sexuales remuneradas en un 12-20%. Puntualizar que el abuso del cibersexo se refiere generalmente al consumo de pornografía y al uso de chalas de chats sexuales, y ambas son altamente ejecutadas por hombres con trastornos del control de impulsos sexuales. En general, en los Estados Unidos se ha calculado que casi el 6% de la población tiene un trastorno de estas características, y que al menos el 2% de los estudiantes cumple con los criterios para su diagnóstico.

Además, las revisiones del tema hasta la fecha encuentran una asociación entre estos trastornos y otro tipo de trastornos psiquiatrícos, como trastornos afectivos, del control de impulsos, ansiedad, trastornos por consumo de sustancias, etc.

Por lo comentado, este trastorno ha recibido atención científica, y se ha tratado de conceptualizar de forma adecuada el trastorno, sin embargo, no se ve reflejado en ninguna guía diagnóstica. Algunos los comprenden como un trastorno del control de impulsos, compartiendo así los criterios con el trastorno por juego patológico (CIE-11), otros lo relacionan con un trastorno adictivo de tipo conductual (Trastornos adictivos sin sustancias-DSM-5), y finalmente otros refieren que existen patrones semejantes a un trastorno obsesivo compulsivo.

En base a estas conceptualizaciones se han elaborado métodos para la evaluación y así poder facilitar el diagnóstico de estos trastornos, pero sin embargo poco se ha comprobado su eficacia y su valor empírico. Concretamente, se ha adaptado el cuestionario de BOC, la Escala obsesivo-compulsivo Yale-Marrón. Se administra por un profesional y evalúa la presencia y severidad del trastorno obsesivo compulsivo y los síntomas durante un periodo de tiempo determinado (p.ej. 1 semana).

El presente estudio tuvo por objeto estudiar el valor empírico de este instrumento, el BOC, pero adaptado a los trastornos compulsivos sexuales. En este caso la CSB  Y-BOC, mediría por ejemplo la frecuencia de las relaciones sexuales ocasionales, el uso compulsivo de pornografía, además de otras variables como la pérdida de control, la angustia, la resistencia contra fantasías sexuales etc.

Para el estudio tomaron como muestra a un total de 103 hombres, la mayoría expresaron tener una orientación homosexual. Estos sujetos habían acudido a unidades clínicas para recibir tratamiento respecto de sus trastornos relacionados con el abuso de pornografía. Además, el 49% estaban solteros, el  26% tenían pareja o estaban casados y el resto eran viudos o estaban divorciados. En primer lugar, se evaluaron diferentes estados psicopatológicos (depresión, ansiedad, discapacidad) para lo cual se aplicaron pruebas específicas. Entre otras, se aplicó el Y-BOC. Además, se realizó una entrevista semiestructurada y por otro lado se analizó estadísticamente la fiabilidad de la prueba.

Los resultados que obtuvieron fueron que el 51% de los pacientes reconocían tener un uso compulsivo de pornografía, frente al resto, el 48% que además tenía relaciones anónimas sexuales con extraños. Por otro lado, el 94% de la muestra cumplía con criterios para al menos un trastorno. En este sentido, los otros trastornos comórbidos fueron los trastornos afectivos con un 71%, los trastornos por consumo de sustancias con un 41%, los trastornos de ansiedad con un 40%, los trastornos por control de impulsos en un 24%. En lo que se refiere al Y-BOC, la mayoría de los sujetos reportaron niveles moderados de obsesión compulsión sintomática, con un 44% de moderados, un 22% severos y un 2% extremadamente graves. Además, existe una correlación directa entre las variables psicopatológicas y la severidad

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