16 agosto, 2017
El síndrome amotivacional en el consumo de cannabis. Mónica Domingo Martínez|
El uso de ciertas drogas, sobre todo marihuana, está unido en la comunidad científica y la preocupación social al llamado síndrome amotivacional.
Descrito por primera vez por Smith (1968) y caracterizado por cambios de la personalidad que implican apatía y falta de interés generalizado, que Gutiérrez Rojas, Irala y Martínez-González (2006) definen como “un estado de pasividad e indiferencia, caracterizado por disfunción generalizada de las capacidades cognitivas, interpersonales y sociales debido al consumo de cannabis durante años y que persistiría una vez interrumpido dicho consumo” (p. 4).
No existen conclusiones precisas acerca de su desarrollo y se tiende a referirlo como propio de la intoxicación crónica por cannabis y en la actualidad, la Organización Mundial de la salud (OMS) no reconoce su existencia como entidad clínica.
Las clasificaciones actuales del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales DSM-5 (American Psychiatric Association [APA], 2013) y CIE-10 (OMS, 1992) proponen varios diagnósticos posibles para encuadrar la diversa sintomatología que aparece como parte de este síndrome.(Pineda y Riquelme, 2012):
El CIE-10 propone:
F12.71 Trastorno de la personalidad.
F12.72 Trastorno afectivo residual.
F12.74 Deterioro cognitivo persistente (no demencia).
El DSM-5 considera que “el consumo crónico de cannabis puede producir una falta de motivación que se asemeja a un trastorno depresivo persistente (distimia)” (p 515).
Tziraki (2012) señala que por ser el tetrahidrocannabinol (THC) una sustancia principalmente depresora del sistema nervioso central, es esperable que el consumo crónico pueda dar lugar a un estado apático; aunque para algunos investigadores se trate de una tendencia a la pasividad previa al inicio de consumo de cannabis y no de un resultado de este. Una investigación empírica de Barnwell, Earleywine y Wilcox (2006) apoya una baja incidencia de estos síntomas y numerosas explicaciones alternativas para su aparición.
Como vemos no queda claro que pueda definirse la existencia específica del “síntoma amotivacional” por el consumo prolongado de cannabis, no obstante no hay duda de que de su actuación en el funcionamiento cerebral se desprende la existencia de diversas patologías que, aunque no fuesen causantes del citado síndrome, si debería seguirse investigando, como ya sugería Quiroga (2002) haciendo referencia a la influencia del TCH observada en los estudios de MustyyKaback (1995), sobre la depresión; Amen y Waugh (1998), sobre la reducción del sanguíneo cerebral en ambos lóbulos temporales, o de Struveet al.(1999) por la alteración que su consumo produce en el electroencefalograma.
Es sorprendente la preocupación que la comunidad científica(a través de innumerables estudios) manifiesta sobre los problemas del THC en el funcionamiento mental, frente a la indiferencia e incluso permisividad, que diferentes partes de la sociedad muestra sobre el consumo del cannabis.
Referencias:
Amen, D. G. yWaugh, M. (1998) High resolutionbrain SPECT imaging of marijuanasmokerswith AD/HD. JournalPsychoactiveDrugs, 30(2), pp. 209-214
American PsychiatricAssociation. (2013). Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales. DSM-5 (5ª ed.). Arlington, USA: Autor.
Barnwell, S. S., Earleywine, M. yWilcox, R. (2006). Cannabis, motivation,and lifesatisfaction in an internet sample. Substance Abuse Treatment, Prevention, and Policy, 1, pp. 1-9.
Gutiérrez Rojas, L., Irala, J. de y Martínez-González, M.A. (2006). Efectos del cannabis sobre la salud mental en jóvenesconsumidores. Revista Médica de la Universidad de Navarra, 50(1), pp. 310.
Musty, R. E. yKaback, L. T. (1995).Relationshipsbetweenmotivationand depression in chronicmarijuanausers. LifeSciences, 56(23-34), pp. 2151-2158
Organización Mundial de la Salud. (1992).CIE 10. Décima Revisión de la Clasificación Internacional de Las Enfermedades. Trastornos Mentales y del Comportamiento: Descripciones Clínicas y pautas para el Diagnóstico. Madrid: Meditor.
Pineda, D. y Riquelme, M. (2012). ¿Síndrome amotivacional? consumo de cannabis de inicio precoz13º Congreso Virtual de Psiquiatria.com. Interpsiquis 2012. Recuperado de:
Quiroga, M. (2002).Cannabis y psicopatología comórbida. Adicciones, 14(2), pp. 191-200.
Smith, D. E. (1968). Acute and chronictoxicity in marijuana, Journal of PsychedelicDrugs, 2, pp. 37-47.
Struve, F.A., Straumanis, J.J., Patrick, G., Leavitt, J., Manno, J.E. yManno, B.R. (1999). Topographicquantitative EEG sequelaeof chronic marihuana use: a replicationusingmedicallyand psychiatricallyscreened normal subjects. Drug and Alcohol Dependence, 56(3), pp.167-179.
Tziraki, S. (2012). Trastornos mentalesy afectación neuropsicológicarelacionados con el uso crónicode cannabis. Revista Neurológica, 54, pp. 750-60
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