26 enero, 2017
EL JUEGO PATOLÓGICO: PREVALENCIA EN ESPAÑA Mónica Domingo Martínez|
El juego patológico es un importante problema de salud mental en España y en los países desarrollados. En el año 1977 el juego de azar se legalizó en España, lo que dio lugar a la aparición de distintos juegos en el mercado, con el aumento del gasto y el incremento del número de personas jugadoras.
Los juegos más populares en nuestro país son la lotería, los cupones, el bingo y las máquinas tragaperras. Las máquinas tragaperras son las más utilizadas, las que conllevan un mayor gasto en juego y que poseen un mayor poder adictivo, por la proximidad espacial y temporal entre el juego y el premio. Estas máquinas representan en torno al 40% de gasto de dinero en juego.
El juego está presente en nuestra sociedad de una manera muy importante. Se trata de una conducta adictiva. Las conductas adictivas más conocidas son aquellas que se relación con sustancias, sin embargo, en los últimos años han surgido las denominadas adicciones sin sustancia o adicciones conductuales, entre las que se encuentra la ludopatía, que comparte muchas características con las adicciones a sustancias, como por ejemplo la dependencia física y psicológica o la pérdida de control. El reconocimiento formal del juego patológico como trastorno fue en el año 1980 por la Asociación Americana de Psiquiatría. Se trata de un fracaso crónico y progresivo en resistir a los impulsos de jugar. Esta conducta afecta al área personal, familiar y laboral del jugador. Existen 4 criterios importantes que lo definen como trastorno, la pérdida de control, incesante preocupación por el juego y por conseguir dinero para jugar, pensamiento distorsionado e irracional sobre el juego y continuar jugando a pesar de las consecuencias negativas.
En cuanto a la prevalencia del juego patológico en España, se han realizado numerosos estudios y en torno al 1,4-1,7% de las muestras más representativas españolas padecen este trastorno. Es una conducta adictiva mayor en hombres que en mujeres.
Se trata de un problema creciente entre la población española, con una indudable gravedad, ya que cada vez son más el número de afectados que padecen las consecuencias negativas que este problema trae consigo, afectando no solo al jugador, también a su familia y otras personas cercanas. Se debe continuar profundizando en la investigación de esta reciente adicción y sobretodo, y así mejorar los programas de tratamiento eficaces para estas personas.
Becoña, E. (2004). El juego patológico. Salud y Drogas, 4 (2), 9-34.
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