25 agosto, 2015
El consumo de cocaína en jóvenes españoles. Mónica Domingo Martínez|
España es el país de la Unión Europea en el que más se consume cocaína, según el informe del Observatorio Europeo de Drogas y Toxicomanías (OEDT). La proporción de jóvenes que han consumido cocaína en un período de un año ha crecido del 1,8% en 1994 al 6,8% en 2004.
Efectos derivados del consumo de cocaína son la inhibición de la recaptación de catecolaminas y serotonina, lo que aumenta las concentraciones de estos neurotransmisores. Inhibe también la recaptación de noradrenalina, lo que provoca efectos tóxicos asociados a la hiperactividad simpática (hipertensión, cardiotoxicidad, etc.), y potencia respuestas dopaminérgicas centrales, que es el mecanismo más relevante en el desarrollo de su potencial adictivo.
El desarrollo de la dependencia está relacionado con la vía de administración, siendo menor cuando se aspira y mayor cuando se inyecta por vía intravenosa o se fuma. El patrón de consumo suele consistir en que el individuo se autoadministre compulsivamente toda la cocaína de la que dispone, buscando conseguir un estado eufórico. El individuo realiza atracones�, también denominados como binge, y le resulta muy difícil el control o la planificación de las dosis. Esto último provoca que se aumente el riesgo de sobredosis o de intoxicación aguda, así como la aparición de otras posibles complicaciones, generalmente de carácter cardiovascular, neurológico,psicopatológico,etc. El consumo continuado lleva a la dependencia y a la aparición del craving, es decir, el intenso deseo de repetir el consumo de cocaína después de un período de abstinencia, tanto para experimentar de nuevo con los efectos placenteros, como para contrarrestar los depresivos y ansiógenos propios de la carencia de la droga.
Los cravings son síndromes de abstinencia condicionados en el tiempo y los principales causantes de nuevas recaídas al consumo. La dependencia tiene como consecuencia el desarrollo progresivo de tolerancia, lo que implica un aumento de las dosis. Con el uso continuado tienden a disminuir los efectos placenteros y aumentan los efectos disfóricos.
Según una encuesta realizada a 2.155 adolescentes y jóvenes, la cocaína sirve para ligar,bailar,divertirse,conducir mejor,comunicarse,estar de buen rollo,mejora el sexo. De estas respuestas se puede deducir que la cocaína se considera una droga recreativa, poco peligrosa y hasta inocua si se consume ocasionalmente y por vía inhalatoria. El análisis de los datos indica que los consumidores habituales y/o adictivos de cocaína también lo son de otras drogas, siendo entre ellas destacable el abuso de alcohol, cuyos efectos depresores son deseados, muy a menudo para contrarrestar los excesivamente eufóricos� que genera la cocaína, así como el policonsumo de otras drogas como tabaco, derivados del Cannabis y drogas de síntesis.
Referencia:
Royo-Isach, J., Magrané, M., Fernández-Pola, O., & Tosco, M. Consumidores de cocaína: del uso recreativo al consumo adictivo. Una propuesta de intervención preventiva y asistencial. (2009). Atención Primaria, vol. 36 (3), pp. 162-166.
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