DIFERENCIAS DE SEXO EN ADICTOS A LAS MÁQUINAS TRAGAPERRAS Mónica Domingo Martínez|

La conducta patológica de juego ha existido desde hace mucho tiempo, pero en el año 1980 fue reconocida como trastorno de manera oficial. El aumento y la difusión de los juegos de azar y la fácil accesibilidad a estos, ha provocado un aumento de la prevalencia de ludopatía, todo ello unido a la legalización del juego en España en el año 1977. Los juegos más adictivos son los que permiten más proximidad espacial y temporal entre la apuesta y el premio, como ocurre en las máquinas tragaperras.

La conducta adictiva de juego se ha convertido en una conducta compulsiva que mitiga el malestar emocional. El aspecto económico del juego patológico es una motivación secundaria, sin embargo, como factores de riesgo que pueden precipitarlo o motivaciones primarias encontramos el estrés, la depresión, la tensión y la ansiedad. El juego sería una estrategia de afrontamiento de estas motivaciones primarias.

Se ha encontrado que este trastorno es más frecuente en hombres que en mujeres, pero a estas les cuesta más buscar ayuda profesional por lo que podemos suponer que hay casos encubiertos. Un tercio de los ludópatas son mujeres. Sin embargo, la investigación de diferencias de sexo en esta patología es aún escasa y se necesita mayor investigación para establecer un perfil de mujer jugadora. Hasta el momento se sabe que los hombres prefieren las máquinas recreativas, suelen tener un historial de abuso del alcohol, impulsividad o búsqueda de sensaciones. Las mujeres prefieren jugar al bingo y suelen tener estados emocionales negativos.

Por esta escasa información, el objetivo de este trabajo fue conocer las diferencias en función del sexo en adictos a las máquinas tragaperras. La muestra estaba compuesta por 13 mujeres y 137 hombres, una gran diferencia en cuanto al sexo. Estas personas acudieron a tratamiento ambulatorio por adicción a las máquinas tragaperras. En la evaluación se pasaron distintos cuestionarios; Cuestionario de Juego Patológico de South Oaks (SOGS), Inventario de Ansiedad Estado-Rasgo (STAI), Inventario de Depresión de Beck (BDI) y el Cuestionario Breve de Alcoholismo (CBA).

Lo primero que se puede destacar es la gran diferencia entre hombres y mujeres que demandan tratamiento. No hay diferencias en función de la edad o en función del sexo, pero si en el modo de vida, ya que las mujeres viven solas, con hijos o en casas de acogida, también en la situación laboral, ya que las mujeres están paradas, son amas de casa o tienen trabajos poco cualificados. En cuanto a las variables psicopatológicas, las mujeres presentan mayor índice de depresión y estados de ánimo más bajos.

Este estudio considera necesario realizar más investigaciones en las diferencias de sexo en este trastorno para seguir profundizando en esta cuestión y establecer un perfil de la mujer con una adicción al juego.

Llinares, M.C., Santos, P., Albiach, C., Camacho, I. y Palau, C. (2006). Diferencias de sexo en adictos a las máquinas tragaperras. Adicciones, 18 (4), 371-376.