4 abril, 2016
Desorden de adicción a internet (iad) Mónica Domingo Martínez|
La comunicación mediante el uso de Internet está dotada de un potente anonimato. Esto es lo que le diferencia principalmente de la comunicación que se da en la vida real: Internet permite la desinhibición a los usuarios, pudiendo así expresarse libremente y sentir libertad sin sentir verg�enza o pudor. Además, las redes nos permiten interactuar como grupos de iguales lo que, entre los miembros de nuestra sociedad es esencial y necesario. Existen estudios contrapuestos sobre los efectos del uso de Internet. Por un lado, McKenna y Bargh (1998), defendían que este medio permitía a los individuos con personalidades estigmatizadas llegar a una autoaceptación de sí mismos, llevándolos a relevar su identidad oculta. En el lado opuesto, estarían aquellos efectos negativos derivados del uso excesivo de Internet dando lugar a una adicción similar a los que aparecen en otras conductas adictivas.
En la mayoría de las redes sociales, se vive una realidad virtual. Esta realidad virtual, cubierta de anonimato, ofrece un efecto de recompensa y por ende, un efecto placentero llegando a convertirse, en ciertos individuos, en una adicción. Hoy en día, redes sociales como Facebook, Instagram o Twitter, cobran gran relevancia en la vida de la mayoría de jóvenes adolescentes. Como se sabe, la mayoría de las adicciones se producen al iniciar la adolescencia. El uso excesivo de estas vía acabarían creando comportamientos obsesivos e incontrolables. Por ello, se debe tener total precaución en niños pequeños que ya empiezan haciendo uso de las Tablets, móviles u otros dispositivos a una temprana edad. En pleno siglo XXI, repleto de información y medios virtuales, así como un arsenal de avances informáticos, es imprescindible, enfocar el tratamiento de la adicción y realizar programas preventivos para no excederse en su uso.
Odriozola, E. E., & de Corral Gargallo, P. (2010). Adicción a las nuevas tecnologías ya las redes sociales en jóvenes: un nuevo reto. Adicciones: Revista de socidrogalcohol, 22(2), 9196.
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