25 junio, 2015
Déficits cognitivos del consumo crónico de cocaína. Mónica Domingo Martínez|
El consumo de cocaína, supone, por su prevalencia y por sus consecuencias en diferentes ámbitos de la vida, un problema mundial de gran relevancia. Se estima que de 15 a 19 millones de personas en todo el mundo en el último año han consumido cocaína, lo que supone el 0,3-0,4 % de la población mundial entre 15 y 64 años.
La ONU reveló que más de 200 millones de personas consumen algún tipo de droga, lo que equivale al 5% de la población mundial. La mayoría de los consumidores se encuentran en Norteamérica y Europa, aunque aumenta el número en los países asiáticos y de América Latina donde se produce el tránsito de la droga.
En Europa continúa aumentando su consumo, y es la segunda droga ilegal más consumida, tras el cannabis. Así, entre 4,5 y 4,9 millones de europeos han consumido cocaína durante el último año. En nuestro país, se registran las mayores tasas de consumo de la cocaína dentro del marco europeo, y supera incluso los niveles de consumo de EE.UU.
Diversos estudios reportan que el uso crónico de cocaína se ha asociado a un amplio rango de déficits neuropsicológicos que afectan de manera significativa a la atención, la memoria, el aprendizaje o las funciones ejecutivas, aunque no se ha encontrado un perfil único de afectación vinculado a la adicción a esta sustancia, debido a que es frecuente el policonsumo de otras sustancias. De los déficits reportados por el consumo crónico de cocaína parece ser el más importe el déficit en memoria. Los estudios que han analizado el funcionamiento de la memoria en adictos a la cocaína concuerdan al señalar la presencia de dicho déficit, que afecta tanto a la memoria verbal, como a la memoria visual. Estos resultados sugieren que los pacientes adictos a la cocaína pueden tener problemas en el almacenamiento y recuperación de nueva información, tanto verbal y visual, posiblemente en relación con alteraciones funcionales de los lóbulos frontales y temporales.
Asimismo, se ha encontrado que el déficit en la memoria verbal es más acusado durante la abstinencia prolongada que durante la abstinencia inicial, hecho que puede ser consecuencia del efecto agudo de la cocaína sobre la cognición.
Referencias.
Alfredo Ardila, M. R. (2007). Neuropsicología Clínica. México: Manual Moderno. Cols, M. y. (1995). La disminución de la cocaína es muy amplia y alcanza a todo el organismo. Neurobiología y Etiopatogenia de la Adicción a la Cocaína. , 200.
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