1 marzo, 2017
Caracterización neuropsicológica de la impulsividad funcional y disfuncional en adictos a sustancias: implicaciones clínicas Mónica Domingo Martínez|
La impulsividad está altamente vinculada a las distintas fases del proceso adictivo, tratándose de un factor de vulnerabilidad como condición previa al consumo de sustancias y como consecuencia del propio consumo. La mayoría de las veces se ha hablado de impulsividad en relación con la psicopatología en términos negativos. Se ha relacionado con disfunciones del circuito órbito-medial de la corteza prefontal (Winstanley, 2007) y, en términos neurobiológicos, podría conceptualizarse como la incapacidad de dicha corteza prefrontal para modular los impulsos procedentes del cuerpo estriado y de la amígdala (Ernst, Pine y Hardin, 2006). Pero Dickman (1990) propone dos tipos de impulsividad: una impulsividad disfuncional (ID) y una funcional (IF), aunque hay una falta de estudios que pongan de manifiesto el rendimiento cognitivo asociado a cada una. La impulsividad disfuncional, se ha definido como la tendencia a tomar decisiones irreflexivas, rápidas y sin precisión, teniendo efectos negativos para el individuo. Y la impulsividad funcional se ha definido como la tendencia a una toma de decisiones rápidas, orientadas a metas que implica un beneficio para la persona mediante un proceso de toma de decisiones con riesgo calculado.
En el presente artículo se utilizó una muestra de 52 adictos en tratamiento que cumplimentaron el Dickman Impulsivity Inventory (1990) y una batería de pruebas neuropsicológicas clásicas (copia y posterior recuerdo inmediato y demorado de la figura compleja de Rey (Rey, 2009), la tarea de cancelación de Toulouse-Piéron (Toulouse y Piéron, 1972) como medidas específicas de inhibición, el test de Stroop de palabras y colores (Golden, 2005; Stroop, 1935) entre otras).
Los resultados ponen de manifiesto que la ID dificulta la realización de tareas de forma global, relacionándose con una propensión a la actuación irreflexiva pudiendo interferir en la comprensión de las instrucciones de la tarea, la planificación de la acción y dificultando la atención durante la tarea. Tras la fase de consumo hay una afectación del sistema general del procesamiento de la información, así el funcionamiento cognitivo del adicto, incluyendo esta impulsividad, podrá mejorarse gradualmente en función del tiempo de abstinencia, el tipo de droga y los problemas psicosociales que se puedan dar en la vida del paciente.
Mientras que la IF, se relaciona con mayor precisión, menor número de errores y mejor mantenimiento de los planes; mejorando sobre todo el plano atencional procesando mejor las instrucciones, favoreciendo la elección de una estrategia más adecuada a la tarea, eliminando los estímulos prescindibles y seleccionando los más relevantes y una mayor capacidad de mantenimiento de la atención en la tarea. Así, la IF parece corresponderse con una disposición más estable de funcionamiento frontal, caracterizado por una mayor velocidad de procesamiento de estímulos relevantes en el contexto de un comportamiento orientado a metas, y correlaciona significativamente con rasgos como la Excitabilidad Exploratoria, relacionada con curiosidad, tendencia a escanear el ambiente en busca de estímulos novedosos, rapidez y flexibilidad de procesamiento cognitivo (Pedrero Pérez, 2009; Pedrero Pérez y Rojo Mota, 2008).
Los autores recomiendan que se incorporen estrategias de evaluación y rehabilitación neurocognitiva pudiendo así ayudar a reducir la ID y aprovechar las capacidades atencionales vinculadas a la IF, pudiendo favorecer las intervenciones terapéuticas en el ámbito de las drogodependencias.
Pedrero-Pérez, E. J., de León, J. M. R. S., Mota, G. R., Luque, M. L., & García, C. P. (2012). Caracterización neuropsicológica de la impulsividad funcional y disfuncional en adictos a sustancias: implicaciones clínicas.Adicciones, 24(1), 51-58.
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