Atención y craving o ganas compulsivas. Avances en su conceptualización y su implicación en la prevención de recaídas

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3 abril, 2017

Atención y craving o ganas compulsivas. Avances en su conceptualización y su implicación en la prevención de recaídas |

En el CIE-10 se define el craving o ganas compulsivas como “deseo intenso o vivencia de una compulsión a consumir una sustancia psicótropa o de experimentar sus efectos tóxicos. El deseo es intenso y puede originarse ante la presencia de la sustancia, su olor o sabor, o ante otros estímulos que hayan estado asociados a su consumo en el pasado”.

Se ha intentado explicar el craving desde diferentes enfoques. Dentro de los modelos más recientes se encuentra la teoría del Procesamiento Cognitivo de Tiffany que sitúa este fenómeno como el eje central explicativo de la conducta de consumo. Así el sujeto podría desarrollar la conducta de consumo bajo procesos cognitivos automáticos o de carácter controlado. En este sentido la atención juega un papel principal para el éxito de la conducta deseada. En el consumo de drogas se dan procesos mixtos de atención consciente e inconsciente con diferencias de grado más que cualitativas, así surge una cuestión sobre cómo se automatizarían tareas que en un principio son controladas. La práctica sería el factor que favorecería de manera más notable esta automatización.

La atención selectiva y focalizada son de suma importancia en los procesos de recaída, ya que estas nos permiten focalizar la atención y seleccionar aquellos estímulos relevantes para nuestra tarea e inhibir aquellos que interfieren sobre la capacidad de procesar la información. El modelo cognitivo-conductual de Marlatt, pone de manifiesto la existencia de factores tanto personales como situacionales, y presenta la recaída como una pérdida de control ante una situación de alto riesgo. Dentro de las situaciones de riesgo se encuentran los estados emocionales negativos, los conflictos interpersonales y la presión social. Si un adicto es capaz de emitir una respuesta de afrontamiento eficaz ante la situación de alto riesgo podrá elevar la probabilidad de evitar la recaída y aumentar su percepción de control. Pero si por el contrario es incapaz, ya que no posee las estrategias de afrontamiento adecuadas o que las respuestas apropiadas se encuentren inhibidas por el miedo o la ansiedad, “el aliciente de la gratificación inmediata se convierte en la figura dominante del campo perceptivo y la realidad de las consecuencias completas del acto pasa a un segundo término” (Marlatt GA, Gordon JR, 1985). Así  “el individuo anticipa los efectos positivos inmediatos de la actividad (consumir la sustancia), una anticipación fundamentada en experiencias anteriores, mientras ignora o no presta atención a las consecuencias negativas involucradas a más largo plazo. Estas expectativas de las consecuencias positivas son un determinante principal del abuso de sustancias” (Marlatt GA, 1987).

Así los autores del artículo proponen como hipótesis, únicamente si durante en el episodio de craving el individuo es capaz de mantener en su conciencia la información disponible en su memoria a largo plazo respecto a todos los efectos (positivos y negativos) de su posible consumo, será posible que realice una toma de decisiones “libre” respecto a su consumo o no.

En cuanto al abordaje terapéutico encontramos intervenciones farmacológicas: tratamientos de sustitución, terapia con antagonistas, agentes aversivos y fármacos que disminuyen el deseo o craving. Por otro lado, las que han dado mejores resultados  han sido las terapias cognitivo conductuales. Así las estrategias de evitación durante las fases iniciales de la abstinencia y las estrategias cognitivas a más largo plazo parecen ser eficaces frente a la recaída. Dentro de estas, el modelo de Prevención de Recaídas provee de una reducción significativa de los consumos y una mejor evolución a largo plazo para pacientes con dependencia o abuso de alcohol, cocaína, cannabis y opiáceos. Desarrollando un mayor autocontrol para anticipar y afrontar los problemas de las recaídas en el proceso de cambio de las conductas adictivas. Por otro lado también se propone el mindfulness o atención consciente como técnica complementaria para que el sujeto pueda adoptar una postura interior en la que pueda observar los acontecimientos presentes sin valoración ni juicio pudiendo dar una respuesta objetiva y menos distorsionada a estos. Pero a la vez el mindfulnes puede tener efectos adversos y provocar malestar ya que requieren un gran esfuerzo cognitivo por parte del paciente o puede incrementar los afectos y cogniciones negativas en pacientes con patologías mentales. Por lo tanto, es importante valorar todos los aspectos del paciente antes de aplicarle cualquier técnica. Así, los autores proponen el desarrollo de un conjunto de técnicas de “Terapia Atencional” encaminadas a facilitar la adopción de una postura de observación, de des-identificación del contenido mental propiciatorio de la toma de decisiones hacia la búsqueda de la droga.

 

Blasco, J., Martínez-Raga, J., Carrasco, E., & Didia-Attas, J. (2008). Atención y craving o ganas compulsivas. Avances en su conceptualización y su implicación en la prevención de recaídas. Adicciones20(4), 365-376.

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