Ancianos y drogodependencia Mónica Domingo Martínez|

En relación al aumento de población mayor debido a los avances médicos y de las condiciones de vida, no existe un acuerdo total sobre la edad a la que podemos considerar a una persona anciana. Se puede decir que se encuadra entre los 65 y 70 años.

Con el aumento de la medicación en las vidas diarias de los ancianos se puede decir que crece el trastorno de abuso de sustancias, aunque de igual manera ocurre con el uso de alcohol. Además, es un hecho al que apenas se le da importancia, puede que por la falta de conocimiento, aunque cada vez se está sucediendo desde edades más tempranas, siendo igual en hombres y mujeres. Normalmente el uso de alcohol, por ejemplo, se da desde edades más tempranas manteniendo su consumo hasta edades más tardías, puede que por placer o por evadir situaciones, dolores, aunque también hay una pequeña parte de ancianos que comienzan su consumo en esta etapa y no antes.

Normalmente, el trastorno de consumo que más se suele dar es debido al uso de fármacos hipsosedantes o ansiolíticos, que suelen iniciarse por prescripción médica y pueden provocar una dependencia a ese medicamento. Además, los cambios que se producen en estos momentos anatómicos y fisiológicos tienen un escaso efecto en la absorción de los fármacos.

El uso de drogas suele declinar con la edad, pero ocasionalmente aquellas personas que han estado en contacto con las drogas ilegales durante la juventud, recaen en el consumo en esta época de la vida o algunos pacientes continúan consumiendo hasta la ancianidad. Los factores que influyen en el consumo pueden ser la situación social-familiar, problemas médicos, persistencia del interés sexual, etc.

Bibliografía

Julia Bobes, Miguel Casas y Miguel Gutiérrez. Manual de trastornos adictivos. 2� edición.