Alcohol y juego

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6 noviembre, 2017

Alcohol y juego |

 

 

El Manual de Intervención en Juego Patológico del Servicio Extremeño de Salud (2008) comenta:

 

El consumo excesivo de alcohol y el juego compulsivo aparece conjunto o secuencialmente en muchos casos, desconociéndose, en ocasiones, qué problema es más importante o el orden de aparición (p. 14).

 

En un estudio de Fernández-Montalvo, Landa y López-Goñi (2005) sobre la prevalencia del juego patológico en alcohólicos que acuden en busca de tratamiento los resultados obtenidos mostraron que el 20% de los alcohólicos de la muestra presentaba un diagnóstico comórbido de ludopatía. Además, un 12% adicional obtenía una puntuación en el Cuestionario de Juego Patológico de South Oaks (SOGS) de Lesieury Blume (1987) indicadora de juego problemático. En suma, el 32% de la muestra presentaba síntomas de juego clínicamente significativos.

 

Desde una perspectiva sociodemográfica, la única diferencia significativa entre los jugadores patológicos y los noludópatas es el sexo: el 100% de los alcohólicos ludópatas son hombres, frente al 70% de los alcohólicos no ludópatas (Fernández-Montalvo et al.2005)

 

Un aspecto importante son las recaídas en la adicción al juego por el consumo de alcohol, que en concreto en un estudio de Fernández-Montalvo, Echeburúa, y Báez (1999). el14,3% de las recaídas se deben a este factor. Cuya  posible explicación deriva de que el consumo de alcohol dificulta los dos elementos fundamentales para prevenir las recaídas:

 

  • La identificación de las situaciones de alto riesgo.
  • La puesta en práctica de las estrategias de afrontamiento necesarias.

 

Pues un ex jugador que ha bebido en exceso puede ser incapaz de discriminar las verdaderas circunstancias amenazantes y aun reconociendo las situaciones de alto riesgo e identificándolas como peligrosas, puede sentirse bloqueado para la ejecución.

 

La comparación entre los alcohólicos con y sin ludopatía asociada mostró diferencias significativas en las variables relacionadas con el consumo de alcohol, con una frecuencia de patrón de consumo diario mucho más alta en los alcohólicos ludópatas.

 

Sin embargo,  los resultados obtenidos en el Inventario de Síntomas SCL-90-R (Derogatis, 1977) para ambos grupos de alcohólicos son homogéneos. Comprobando que la ausencia de diferencias entre los dos subgrupos no se debía a una ausencia de síntomas psicopatológicos; puesto que llevando a cabo una comparación en todas las dimensiones del SCL-90-R entre la muestra del estudio y la muestra normativa del instrumento, los resultados pusieron de manifiesto que la puntuación de la muestra total de alcohólicos en todas las dimensiones del SCL-90-R era significativamente superior a la obtenida por la muestra normativa del instrumento. Lo que nos hace suponer que las posibles patologías surgidas son similares tanto para alcohólicos ludópatas como para los no adictos al juego.

 


 

Referencias

 

Fernández-Montalvo, J., Landa, N. y López-Goñi J. J. (2005). Prevalencia del juego patológico en el alcoholismo:un estudio exploratorio.Revista de Psicopatología y Psicología Clínica, 10(2), pp. 125-134.

Lesieur, H. R. y Blume, S.B. (1987). The South OaksGamblingScreen (SOGS): A new

instrumentfortheidentification of pathologicalgamblers. (Validación española de Echeburua, Báez, Fernández-Montalvo y Páez, 1994). American Jornal of Psychiatry, 144, 1184-1188.

Fernández-Montalvo, J., Echeburúa, E. yBáez, C. (1999). Las recaídas en el juegopatológico: un estudio de las situacionesprecipitantes. Revista de Psicopatología y Psicología Clínica, 4, pp. 115-121.

Derogatis L. (1977). SCL-90-R, administration, scoring and procedures manual forthe R(evised) version. Baltimore: Johns Hopkins University, School of Medicine.

 

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