8 enero, 2018
Adicción en recién nacidos. Mónica Domingo Martínez|
En muchas ocasiones la adicción de la madre embarazada a algún tipo de sustancias provoca en el recién nacido unos efectos que, por supuesto, no podríamos definir como adicción, pero sí que tiene alguna de las características que presenta la adicción en adultos.
Sería lo que Gutierrez Padilla et al. (2008) definen como síndrome de abstinencia neonatal (SAN): “aquella entidad clínica caracterizada por irritabilidad del sistema nervioso central (SNC), signos de afección gastrointestinal, problemas respiratorios y síntomas neurovegetativos en presencia de antecedentes de exposición a drogas de abuso in utero”(pp. 276).
Los mismos autores han observado que la gravedad del SAN no es influida por las características de la madre ni del niño: sexo, edad, etc. y ni siquiera afecta a la calificación de Apgar (Examen clínico que se realiza al recién nacido después del parto) al nacimiento. Los síntomas pueden aparecer después del quinto día e incluso pueden observarse efectos incluso meses después del nacimiento.
Por otra parte, la presentación del SAN en los recién nacidos tiene una amplia variabilidad pues incluso puede estar afectado, según la investigación reciente de este desorden, por otras sustancias psicoactivas, como los inhibidores cada vez más recetados de la recaptación de serotonina (Jansson y Velez, M., 2012).
El SAN conduce a una gran variedad de signos y síntomas que implican múltiples sistemas y su fisiopatología no se entiende completamente. La atención no farmacológica es la opción de tratamiento inicial, pero si no se observa una mejoría o si el lactante desarrolla una abstinencia severa se requiere tratamiento farmacológico en el que la morfina es la droga más comúnmente usada en el caso de los opiodes (Kocherlakota, 2014); aunque también uno de los tratamientos utilizados para evitar el SAN es el tratamiento de mantenimiento con metadona (TMM), que se asocia con una mayor estabilidad de la salud materna e infantil cuando se compara con el uso ilícito de opiáceos, pero no se conocen los efectos a largo plazo del desarrollo de la metadona. (Logan, Brown y Hayes, 2013).
En el caso de necesitar tratamiento farmacológico, este debe ser individualizado y se debe basar en el tipo de droga que produjo dicho síndrome y en la gravedad de los signos y síntomas de los mismos. La duración del tratamiento dependerá de la evolución clínica siendo aconsejable ajustar la dosis enfunción de la puntuación obtenida en la escala de Finnegan. (Moreno, Viejo, Sayagoy Sanguino, s/f).
El Test de Finnegan fue elaborado por Loreta P. Finnegan lo elaboró en 1975, siendo modificado posteriormente por J. Yoon. El test objetiviza con puntuaciones numéricas la situación clínica del neonato, siendo estas puntuaciones paralelas a su severidad, de manera que puntuaciones altas, corresponden a los síndromes de deprivación más graves y persistentes (Enfermería Pediátrica Leonesa, 2012).
Referencias:
Enfermería Pediátrica Leonesa (2012). Recuperado de: blogspot.com.es/2012/08/test-de-finnegan-evaluacion-de-la_12.html
Gutiérrez-Padilla, J. A., González-Garrido, A. A., Gómez-Velázquez, F. R., Torre, M. de la, Ávalos L. M., García-Hernández, H., Ávalos, L. M., García-Hernández, H., Rodríguez-Medina, D., López-Gallo, L. y Martínez-Verónica, R. (2008). Hijos de madres adictas con síndrome de abstinencia en Terapia Intensiva Neonatal. Boletín médico del Hospital Infantil de México, 65(4), pp. 276-281.
Jansson, L. M. yVelez, M. (2012). Neonatal abstinence syndrome. Current opinion in pediatrics, 24(2), “. 252-258.
Kocherlakota, P. (2014). Neonatal abstinence syndrome. Pediatrics, 134(2), pp. e547-e561.
Logan, B. A., Brown, M. S., y Hayes, M. J. (2013). Neonatal abstinence syndrome: treatment and pediatricoutcomes. Clinical obstetrics and gynecology, 56(1), 186.
Moreno, M. Á., Viejo, R. del, Sayago, P. y Sanguino, M. S. (s/f) Síndrome De Abstinencia Neonatal.Unidad de Neonatología y UCIP. Hospital Materno Infantil. Badajoz. Recuperado de:
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