Adicción a conductas. ¿Existe?

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23 marzo, 2017

Adicción a conductas. ¿Existe? |

Tradicionalmente los científicos siempre se han referido a las adicciones y la dependencia física en términos del uso de sustancias. Pero se ha demostrado que no solo existen adicciones a sustancias químicas, sino también a comportamientos, las llamadas adicciones no químicas o comportamentales. Estas adicciones comparten los mismos circuitos cerebrales que las adicciones químicas y se caracterizan por la pérdida de control voluntario, compulsiones, impulsividad y el patrón repetitivo de determinadas conductas con el fin de evadir o quitar el malestar a pesar de las consecuencias negativas que tengan estas conductas a largo plazo.

La adicción al juego se encuentra entre estas, los ludópatas, al igual que un adicto a la cocaína por ejemplo, muestran tolerancia al juego necesitando incrementar cada vez más sus apuestas y síntomas de abstinencia como irritabilidad, dificultad para conciliar el sueño, craving, etc. Una investigación realizada con fMRI por Marc Potenza, psiquiatra de Yale, evidencia que al enseñarle a una muestra de jugadores abusivos vídeos en los que sale gente jugando, se activan regiones frontales y límbicas del cerebro, las mismas regiones que se activan en adictos a la cocaína. Otra investigación realizada en la Universidad de Minneapolis, Minnesota, muestra que la naltrexona, un antagonista opioide, inhibe el impulso de jugar y la euforia del 75% de jugadores de la muestra, en comparación con el 24% del grupo control.

Otro componente adictivo que se propone es la comida, dependiendo del trastorno. La compulsión de comer en exceso se asemeja a como una adicción puede dominar la vida de una persona. En un grupo de comedores compulsivos se ha visto que hay una menor disponibilidad de dopamina en los receptores, al igual que en los adictos, así esta deficiencia de dopamina podría perpetuar la conducta patológica de comer como compensación de la disminución de la activación de estos circuitos. En la bulimia es complicado, pero también aparece un impulso compulsivo de comer seguido de culpa y remordimientos por haber llevado a cabo esta conducta, al igual que cuando un adicto tiene una recaída.

El sexo,  internet y las compras compulsivas son otras de las adicciones comportamentales caracterizadas por la pérdida de control, la compulsión y las consecuencias negativas a largo plazo en la vida del adicto que esta pérdida de control conlleva, entre otras.

Por lo que se concluye que en efecto, existen adicciones comportamentales tales como las anteriormente mencionadas, a las que hay que prestar atención, estudiar y diseñar planes de tratamiento.

 

Holden, C. (2001). ‘Behavioral’addictions: do they exist?. Science294(5544), 980-982.

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