Addiction Is a Brain Disease, and It Matters Mónica Domingo Martínez|

Los avances de la ciencia han demostrado que las adicciones afectan al cerebro, identificando los circuitos neuronales y las regiones del cerebro que se ven afectadas entre otras evidencias. Pero hoy en día hay un desajuste entre la visión científica y la visión de la sociedad. Una de las grandes barreras es el estigma de una persona consumidora de drogas o adicto, la sociedad tiene una visión muy negativa de estas personas, creyendo que son personas malas o débiles. Por el contrario la adicción es una enfermedad crónica con alta probabilidad de recaída, caracterizada por una búsqueda compulsiva de la droga y su consumo. Hay que intentar hacer una aproximación más adecuada entre la visión del adicto como una mala persona y la visión del adicto como enfermo crónico.

La adicción es algo que afecta tanto a la salud del individuo como a la de la sociedad, por ejemplo en la transmisión del SIDA, la hepatitis o las conductas violentas, por lo que es importante una buena psicoeducativa y unas buenas estrategias de modificación de la conducta y tratamiento de los adictos.

Cada droga tiene diferentes mecanismos de acción pero entre los mecanismos comunes a toda sustancia en el cerebro se encuentran  el sistema de recompensa mesolímbico, que se extiende desde el área tegmental ventral hasta el núcleo accumbens, con proyecciones a áreas del sistema límbico y el córtex orbitofrontal. Es importante llevar el conocimiento a toda la sociedad de que los cerebros no adictos y los cerebros adictos son diferentes, ya que se dan cambios en la actividad metabólica del cerebro, la disponibilidad de receptores, la expresión de determinados genes y las respuestas al ambiente. Así que para el tratamiento de la adicción  hay que realizar un enfoque que incluya tanto lo biológico como lo conductual, en cuanto a la búsqueda compulsiva de droga y consumo, y lo social; ya que tanto factores biológicos como factores del contexto social del adicto influyen en su enfermedad, debiendo educar tanto a los adictos como a la sociedad en general.

Leshner, A. I. (1997). Addiction is a brain disease, and it matters. Science, 278(5335), 45-47.